«Algunos ya tienen fiebre. Y dolor de cabeza», a primera hora de la mañana, con el sol despertando La Coruña y pocos paseantes en la playa del Orzán, el parte que llegaba desde el hotel del Fuenlabrada traía décimas feas de enfermedad. El presidente del club, Jonathan Praena, lo confirmaba después mientras se defendía de las acusaciones vertidas sobre su equipo, al que están tachando de imprudente por viajar el pasado lunes a Galicia con jugadores contagiados. Ese rebrote alteró por completo la última jornada de Segunda, disputada sin el Deportivo-Fuenlabrada por la alerta sanitaria. Ayer, la Comunidad de Madrid contabilizaba ya como propios los 11 contagios descubiertos en el club confinado. También detalló el seguimiento que está realizando al entorno de estos positivos: 96 contactos, todos con edades entre 22 y 48 años, donde se ha detectado un nuevo infectado.
Estas noticias ensombrecieron un poco más el panorama del equipo, sometido a nuevas pruebas ayer y sin saber aún cuándo podrá volver a Madrid. Ni siquiera los casos negativos tienen claro si obtendrán permiso para volar en las próximas horas. La Xunta pretende que los contagiados pasen la cuarentena bajo su estricto control. El servicio sanitario gallego puso en duda el riesgo cero que la Liga asegura que tienen los viajes de sus equipos al ir encapsulados, sin contacto con el exterior, según su protocolo. A pesar de todo esto, tres conductores de autobús y un aficionado local fueron aislados en sus domicilios y sometidos a pruebas para evitar que el virus se extienda por La Coruña.
«Es su culpa. El Fuenlabrada cometió una grave negligencia. Tenía que haber informado a las autoridades y no haber viajado», ataca duro Fernando Vidal, el presidente del Deportivo, que atiende a EL MUNDO con voz cansada. Prefiere señalar a su rival que a la Liga, conocedora del brote desde el domingo. Nadie avisó a las autoridades porque la pauta de actuación del fútbol no contemplaba el aislamiento grupal en caso de dar con un positivo, al contrario de lo que se está haciendo en cualquier otro sector empresarial. Conviene subrayar que las autoridades, personadas en forma de Consejo Superior de Deportes (es decir, el Gobierno), dieron el visto bueno en su momento al ahora cuestionado protocolo liguero.